martes, 20 de enero de 2009

Km. 48 Viaje a Huesca (parte 2)

Después de una primera parte un tanto demasiado "cultural". Vayamos a la segunda parte del viaje.

Después de patearnos la ciudad de arriba abajo nos entró hambre (es lo que tiene andar y esquivar locos, en serio, Huesca está llena de ellos) y nos pusimos a buscar un sitio donde comer.

Si esto se lo lee alguna persona que conozca Huesca mejor que yo probablemente me mande a la mierda, pero la verdad es que para los tres "guiris" que fuimos encontrar restaurante fue complicadillo. ¿Es que en Huesca no los hay? No, no es eso, pero a las 3 de la tarde la mayoría ya están cansados de cocinar y te mandar a tomar por culo. Nuestro a tomar por culo fue un restaurante donde nos clavaron 40,5 tazos por tres menús del día. Eso sí, comimos de fucking mother.

Tras la comida lo que hubiera estado bien habría sido una buena siesta, pero con 5º a la sombra como que no había huevos de echarse en la calle. En lugar de eso cogimos el coche y decidimos acercarnos al Prepirineo, que es como el Pirineo, pero en bajito y con menos nieve. Concretamente fuimos al puerto de Monrepós (que seguro que se llama así por una razón maravillosa, pero que no me apetece averiguar) Y allí, como no, cayeron más foticos de las mías:

Eso de al fondo son los Pirineos, pero me creeríais igual si os dijera que por ahí corretea una cría con cabras y un abuelo de aspecto sospechoso.

Si os fijáis bien, se pueden ver las 4 torres de Madrid.

No podía faltar una foto con nosotros haciendo el cabra.

Nota importante, había nieve y eso significa bolazos...

... extrañas poses...

... y que a Víctor se le vaya la olla y comience a cantar aquello de Let it Snow mientras se echa nieve encima:


En fin, después de eso, volvimos al coche, bajamos a Zaragoza para dejar a Raúl y seguimos ruta hacia La Almunia, que estaba en fiestas. Allí vimos a un simpático torete (como el que cantaba Will Smith el otro día) con fuego en los cuernos y una cara de susto bastante curiosa. Pero de eso ya no hay fotos.

Pues eso, aquí acaba el relato del viaje a huesca, espero que lo hayan disfrutado caballeros y cabelleras. Os dejo, para terminar con una panorámica desde el puerto de Monrepós:


PD: Casi lo olvido. Por aclamación popular diré un par de palabrotas: Coño, ostia!

Un saludo.

5 comentarios:

Luis Olmedo dijo...

te juro que no veo las custro torres

Luis Olmedo dijo...

las 4 torres quiero decir; como diría Ángel Martin cuando se equivoca "custro no significa nada"

Anónimo dijo...

Prepirineo es algo asi como el prepucio del pirineo XD perdonenme que las hormonas me nublan el intelecto XD

Anónimo dijo...

Bieeen!!!
Dos palabrotas!!!!

Por cierto Jimmy, tus hormonas no tienen intelecto que nublar... De verdad lo siento.

Ruth dijo...

¡¡Vivan los viajes!! y más que nos los cuentes para darnos envidia!! jajaja