Lo primero con lo que nos encontramos (aún en Francia) fue una fortificación del siglo XIX excavada directamente sobre la roca: El Fort du Portalet:
Podían poner ascensor, digo yo.
El camino al retrete nunca fue tan largo y difícil.
Tras esto desandamos el camino y volvimos a Jaca y allí pensamos: "Ya que estamos hoy haciendo tanta locura, ¿por qué no volvemos a Zaragoza por carreteras secundarias?" Cuando lo dijimos parecía mejor idea que ahora que lo escribo.
Así, en lugar de vover por la autopista y por Monrepós, decidimos volver por una carretera secundaria (o terciaria o centasimaria, porque juer como estaba) atravesando el puerto de Oroel. Las vistas eran maravillosas, ahora, no sé si mi coche lo habrá soportado igual, menudos baches:
Para terminar con el viaje os dejo con la foto que adorna mi tuenti y con la que más me reí en todo el viaje: Y es que hay pueblos de los cuales nunca llegaré a comprender el por qué del nombre:
1 comentario:
Y lo bien que nos lo pasamos... ¿Cuándo repetimos?
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