jueves, 17 de septiembre de 2009

Km. 144 Paseando por Tierra de Campos

Cuando me pongo a escribir o a pensar sobre mis viajes siempre termino con sitios en los que he estado una vez o un par de ellas, o una temporada de mi vida... Pero, como otros muchos españolitos de a pie, yo también "tengo pueblo", de hecho, por tener tengo dos: El que vio nacer a mi señor padre (Villacañas, en Toledo) y el que fue el hogar de mi madre durante los primeros años de su vida (Piña de Campos, en Palencia) Me parece que, tras haber pasado en cada uno de esos pueblos veranos y veranos, tengo una deuda para con ellos.

Así, hoy voy a hablaros de la Tierra de Campos, de Piña y de sus alrededores, tomando como punto de partida una visita rápida que he hecho hace un par de semanas. Lo que aquí escribiré no le hace justicia a esta zona ni de lejos, pero algo intentaré, a ver si os pica el gusanillo y la visitáis.

Piña de Campos es un pequeñísimo pueblo (unos 250 habitantes censados) situado a unos 30 km de Palencia capital. Lo que le hace especial (entre otras cosas) es la zona en que se encuentra: Tierra de Campos.

La Tierra de Campos (o Campos Góticos) fue parte del primer asentamiento de los visigodos en España después de que fueran expulsados de la Galia (un punto para Astérix) y es una de las zonas con mayor concentración de castillos e iglesias de estilo románico y gótico de España, esto último debido a la lentitud de la Reconquista en esta región.

Pero pasemos a ver una pequeñísima selección de las cosas que hay para ver:

1. Piña de Campos: La Iglesia de Piña es de mezcla de estilos y en ella caben varias veces todos los habitantes del pueblo y aún habría sitio para, por lo menos, dos o tres Faletes. Por otra parte, en su día, Piña tuvo un castillo, del que se conserva tan sólo el arco de entrada al pueblo:

En un alarde de imaginación, la plaza que delimita el arco se llama Plaza del Arco (y el parque de detrás Parque del Castillo)

Les presento a la fuente de todo el agua potable del pueblo y lugar de reunión de la AAE (Asociación de Avispas Enfurecidas)

2. Támara de Campos: A 4 km de Piña; Támara es famosa por su imponente iglesia catedralicia, una enorme construcción para un pueblo de menos de 100 habitantes. También le viene la fama del Pacto de Támara, ya que fue en esta población donde se firmó el tratado que confería a Fernando VII la cualidad de Emperador sobre los territorios de Galicia, León y Castilla. Las fotos que tengo de la Iglesia de San Hipólito el Real son antiguas y se pueden buscar por la web, os dejo con una foto más impactante:

En Dragonball Evolution 2 Gokuh lucha contra los Templarios.

3. Frómista: Cuando hablamos de Frómista estamos hablando de San Martín de Frómista y hablar de esta iglesia es hablar de la obra cumbre del románico en España, que se estudia hasta en el Bachillerato oiga. Además, al ser uno de los pueblos más grandes de la zona (850 fromisteños), la oferta cultural y de ocio es mucho mayor:

Dentro hace frío en verano y en invierno.

A principios de Septiembre se celebra un certamen de pintura rápida. Este señor perdió porque su cuadro se parecía mucho a la imagen real.

Transportes de Castilla: Innovando.

4. El Canal de Castilla: Un buen día, al Marques de la Ensenada se le ocurre proponerle a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales para vertebrar el comercio en Castilla. Esta idea se cristaliza en un enorme canal (para la época) navegable que discurre desde Alar del Rey (Palencia) hasta Valladolid y Medina de Rioseco (el Canal se divide a la altura de Palencia en dos ramales) Una vez terminada tan magna obra llegó el ferrocarril a España y el Canal apenas tuvo vida útil, pero aún se conserva, tanto para ayudar en el regadío como para su navegación y visita turística. A la altura de Frómista hay unas esclusas que merece la pena visitar y las riberas del canal, en general, son una maravilla, tanto en bici como a pie:

Puesta de sol a la altura de Piña.

Las Esclusas de Frómista, a 7 km en bici desde Piña y con un calor de narices.

Entre Frómista y Piña, con frecuencia te cruzas con otros paseantes/ciclistas.

5. Villa Romana "La Olmeda": A pocos kilómetros de Saldaña (otro pueblo que merece la pena) se encontraron hace ya muchos años los restos de una enorme villa romana (lo que ahora llamaríamos "peaso de chalé con finca") El estado de conservación de sus mosaicos, así como de la planta del edificio y las habitaciones, hacen imprescindible su visita:

En la imagen Ulises entra a pedir sal al apartamento de Aquiles y lo encuentra travestido y bailando.

(Espacio reservado para los comentarios tontos que sé que queréis hacer)

Hasta aquí lo que os cuento, el resto (pueblos como Villalcázar de Sirga o monumentos como el Cristo del Otero) lo dejo para que lo descubráis vosotros.

En fin, cuando empecé a escribir esto quería que no fuera un coñazo de leer... Me temo que no lo he logrado, pero aún así volveré. Y otro día os hablo de Villacañas, cuando tenga ganas.

Hala, a cascarla.

2 comentarios:

Virginia Vadillo dijo...

Pues tiene un montón de cosas chulas para lo pequeño que es!!
Mi pueblo también es diminuto, y esos son los mejores! jejeje

Emma Grandes dijo...

Un pueblo lleno de rincones, del que tomo nota. Parece perfecto para perderse ;) Una buena guía, sí señor :)