Este es el aspecto que presentaba ayer un árbol al lado de mi facultad:
O bien el viento se la ha jugado a algún inocente que se atrevió, en la Ciudad del Viento, a colgar su ropa en la terraza, o alguien ha plantado en el suelo una tarjeta del Corte Inglés y ha crecido un árbol que da ropa. Especulen ustedes qué les parece más probable, yo me quedo con la opción C: unos borrachos se dedicaron a despelotarse por la calle y lanzaron su ropa al aire.
Ya sabéis que mi imaginación es impredecible y absurda.
Un saludo.
PD: El Km. 55 llegará en cuanto consiga solucionar los problemas que me está dando el vídeo. Se siente.
5 comentarios:
eres consciente de que sólo una persona entiende el título de la entrada?
Bravo.
Gracias por decirlo, Luis, llebo un día buscando relacion entre el titulo y lo que aquí se no espone. Prous, da alguna aclaración para los que estamos fuera de tu esquema de pensamiento.
Juas juas juas. Veamos, hace cosa de... o más años, mientras Luis y yo volvíamos del cole, nos dedicamos a patear un condón usado, ya ves es lo que tiene juntar a dos descerebrados con un descampado en el camino a casa. El caso es que cogimos y lo enterramos en una esquina del descampado y, al cabo de unas semanas, cuando ya habíamos olvidado el asunto, vimos una planta en el lugar donde habíamos enterrado aquél condón... Han pasado los años y ahora allí hay un árbol frondoso: La condonera.
jajajajaja.... Esta bien. Ahora queda todo mucho más claro.
quiero dejar claro que lo enterramos a patadas; estaba aquello como pa tocarlo.
ésto ocurría alrededor de 1997, señores, una época maravillosa
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