martes, 29 de septiembre de 2009

Km. 149 Que Salga la Manca (por Salamanca)

Este está siendo un año viajero para mí: Zaragoza, Huesca, Teruel, Cantabria, Estados Unidos... El destino de esta semana ha sido Salamanca, una ciudad a la que no iba desde que aún calzaba sandalias Chicco.

Mi primera impresión al llegar a la ciudad ha sido que, efectivamente, ya no es una pequeña urbe, sino una ciudad, capital de provincia en toda regla. La estación de trenes es todo un centro comercial y, en general, la ciudad me recordó bastante a Zaragoza.

Para este viaje he contado con la compañía de prácticamente el mismo grupo que estuvo conmigo en la Noche en Blanco, toda una suerte, porque están casi tan locos de atar como lo estoy yo y más o menos nos entendemos:

Aquí se nos puede ver, sujetando una columna.

¿Que qué hay para ver en Salamanca? Me parece que algo os falla si no sabéis qué hay en esta ciudad, pero en fin, si no os lo contase no haría el artículo de hoy (jejeje)

Salamanca tiene una parte monumental impresionante y que gira (en gran medida) en torno a su Universidad (una de las más antiguas de España, si no la que más, siendo de 1218 el documento más antiguo que la hace referencia) Por otra parte, la Plaza Mayor de Salamanca es de visita obligada:

La Plaza Mayor, de noche.

Un sitio interesante de visitar (a 2€ para los estudiantes) es el convento de San Esteban. No me meteré en rollos de estilo porque no soy profesor de Arte, pero os dejo con algunas fotos para abrir boca:

La fachada es un lujazo de detalles... y a las palomas les encanta.

El Claustro está conservado maravillosamente.

Una de las capillas, en plan molón.

Otra de las capillas, más molona.

Por otra parte, este fin de semana ha habido una concentración de vehículos antiguos (coches y motos) en Salamanca. Aparte de decenas y decenas de fotos de vehículos varios he grabado un vídeo con una actividad que promocionaba una autoescuela salmantina aprovechando la coyuntura: Volcar un coche para descubrir lo fiables que son los cinturones de seguridad. No sé cómo se vería desde fuera, pero desde dentro del coche esto es lo que pasó:



Muy divertido. Muy doloroso.

Por las calles: Seat 600 y coches aún más antiguos, mezclados con modernidades varias:

Ver a uno de estos cargar con padre, madre, abuela y crío fue intenso.

Amable conductor: sé que prometí mandarte esta foto de tu coche, pero como ni te conozco ni sé dónde vives, tendrás que contentarte con esto.

Más cosas. Obviamente, uno no puede ir a Salamanca y olvidarse de buscar la ranita de marras, sí, esa que dicen que si la encuentras aprobarás tus exámenes y terminarás la universidad... Pues yo ya la he encontrado tres veces oiga... Debe ser que es sólo una leyenda, ya que, según nos dice la señorita Wikipedia, en realidad es un sapo y simboliza la lujuria que conduce a la muerte, ahí es nada. También, si nos ponemos tontos, podemos buscar el astronauta de la catedral nueva:

La rana, acechante.

El autor es un tal Nostradamus.

Aparte de la zona monumental también puede uno irse de museos. En nuestro caso seleccionamos dos: La Casa de Lis y el Museo de la Historia de la Automoción.

La Casa de Lis es un palacete construido en 1905 sobre la muralla de la ciudad que alberga una extensa colección de objetos de Art Nouveau y Art Decó. La única foto que os puedo mostrar es de la casa desde fuera, ya que en la recepción se quedan con tu cámara de fotos y te vigilan durante todo el recorrido para que no tomes ni una miserable fotografía. Lamentable. Más lamentable aún cuando en los carteles que te onforman en cada sala contienen errores de bulto:

El libro de visitas conoció nuestra ira.

Por otra parte, el Museo de la Historia de la Automoción (situado justo enfrente del anterior), te deja hacer fotos, las que quieras y como quieras, eso sí, apoquinando un euro por cámara. Euro que pagué gustosamente. Si te gustan los coches antiguos tanto como me pueden gustar a mí vas a disfrutar mucho de este museo, si no... Bueno, es interesante igualmente:

Algunos de los coches tenían la ITV pasada.

Otros, como el de Franco, no creo que la necesitaran.

Por último, puedes visitar las catedrales de la ciudad, la nueva y la vieja, de las que, pese a no estar permitido las fotos con trípode, conseguí tomar algunas fotos medio decentes:

Del retablo de la Catedral Nueva.

O de las magníficas bóvedas.

En fin, después de un "duro" día de visitas y paseos, si te quedan fuerzas, siempre puedes salir de fiesta por los locales de la ciudad. Allí, con un poco de suerte, puedes conseguir una copichuela por 2 € o puedes acabar tomándote un mojito al lado del casco de Darth Vader:

Bailemos/ canciones de viernes que ni conocemos/ pero bailemos!

Queda prohibido el uso de sables láser.

Bueno, eso es todo por hoy, para otro día más sobre esta ciudad. Un saludete.

5 comentarios:

Emma Grandes dijo...

Ayyyyy, Salamanca!!!! Qué gran ciudad!!! De allí son mis padres y por allí me pierdo siempre que puedo. Una gran presentación, sí señor!

Isma dijo...

Hey, hey, hey, ... Este finde ha molado un güevazo y parte del otro pero aqui todavia falta mucha leña por quemar... y estoy deseando verla.

maria dijo...

la verdad que ha sido un buen finde me han faltado fosquitos pero bueno habia lacasitos de sobra. un besote y la proxima ya se tiene que ir pensando

Primerodemayo dijo...

Como disfrutaria prendiedo fuego al coche de Franco...

Nahus dijo...

Emma: Si es que Castilla y León tiene algo especial... Ya sea Salamanca, Palencia o León. Merece la pena el viaje.

Isma: Pues prepárate, que se acaba la parte seria! XDDD

María: Estoy contigo! Ya hay que ir preparando la próxima! Que mis zapatillas siguen queriendo quemar los kilómetros!

Primerodemayo: Pobre coche! Él no tenía la culpa de que el señor Pakito aposentase su culo sobre él, sería como disfrutar matando a su caballo... Ahora, pincharle las ruedas no te digo yo que no... XDD