El sábado fue el día de "La Tormenta Perfecta" (o la ciclogénesis explosiva, como la llaman los que entienden algo de estas cosas) Vientos huracanados recorrieron la Península como caballos desbocados con una antorcha en el culo.
En medio de tan magna expresión de la fuerza de la Naturaleza algún capullo (por no decir palabrotas como gilipollas, cabrón o hijo de la gran puta, que quedarían muy soeces en este fino blog) decidió que era tremendamente hilarante prenderle fuego a un contenedor de papel en el madrileño barrio de Aluche. Estos fueron los resultados de su "brillante" idea:
Al final llegaron los bomberos y todo se quedó en un susto, aunque no para todos, el dueño del coche aparcado delante del contenedor debe estar aún hoy acordándose de toda la familia del pirómano:
Ains, qué penita de gente, en serio. Para que el post no me quede demasiado serio Ned se encarga de rebajar el tono con un número de equilibrismo:
Ahí queda.
1 comentario:
Suerte que aqui en Lleida en todo el año apenas hemos tenido nevadas y de lluvia han habido intensas pero no muy bestias. Lo malo es la que se lia en los demás lugares.
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