Antes de coger el coche traté de deshacerme de mis prejuicios (cosa harto difícil cuando uno de los shows de mayor éxito en la ciudad es ESTE), respiré hondo y me puse las gafas de sol (para no desentonar, o algo) Después llegué a la ciudad y comprobé que lo importante, de momento, no eran mis prejuicios, sino mi cartera.
Y es que Branson, como otros tantos pueblos españoles medianamente grandes pero sin corteingleses, está plagadito de Outlets, es decir, de tiendas con restos de temporada de marcas molonas a precios reducidos. Y si tenemos en cuenta que esas marcas molonas ya cuestan una miseria aquí, en el país de las hamburguesas, nos encontramos con un ninja al que (por poco que le guste ir de tiendas) iba a gastarse un buen pico:
En fin. Una vez saciados los apetitos consumistas del personal nos llevaron a ver una tienda de la cadena de Bass Pro Shops, la mayor cadena de tiendas especializadas en caza y pesca del mundo mundial... Interesatísimo para mi, que ni cazo ni pesco. Eso sí, el cartel a la entrada me gustó, decía "Bienvenidos los cazadores, los pescadores y demás mentirosos":
Tras la visita, salimos por la puerta de atrás y nos encontramos con el corazón del comercio de Branson. Una calle larga llena de tiendas, heladerías y restaurantes. Nuestra primera parada: Famous' Daves, un restaurante famoso por sus costillas y su barbacoa, había llegado la hora de cenar:
Tras la copiosa cena de las 6 de la tarde tocó un rato más de tiendas, visitar los alrededores y volver, una última vez, a las comodidades del hotel:
El paseo a las orillas del río era precioso. Pero como había tiendas en la calle de al lado estaba vacío.
Con esto y un bizcocho... En el próximo post: ¡Poneros los chalecos antibalas! Porque nos vamos a la granja, a saborear todos los mitos de el país de las barras y las estrellas. Un saludete.
1 comentario:
Seguro que en esa tienda Disney sí que había figuras del tío Gilito; no como la de la Vaguada llena de Janas Marranas.
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