domingo, 30 de agosto de 2009

Km. 138 Ruta 66: Esta Noche Cruzamos el Mississipi

El domingo 16 tocó una excursión que no me esperaba, pero que me alegró bastante poder hacer. La idea era buscar un parque en el que hacer una actividad bastante divertida con los críos: la caza de dinosaurios (en la que los adultos esconden dinosaurios de juguete a lo largo y ancho de algún parque para que luego los niños puedan buscarlos y cazarlos) Pero en lugar de hacerlo en el parque de al lado de casa, que ya se lo tienen muy conocido, la idea era ir a un parque cercano al río Mississipi y ya aprovechar y visitar algunos de los tramos que se conservan por allí de la archiconocida Ruta 66.

¿Cómo? ¿Qué no sabéis qué narices es la Ruta 66? ¡Rayos y retruécanos!

Veamos. La Ruta 66 es lo que ahora queda de lo que en su día fue la U.S. 66 (o The Mother Road, que mola un huevo como nombre), la más importante (y la única durante muchos años) vía de comunicación entre las costas este y oeste de los Estados Unidos. Cuando se inauguró en 1926 unía Chicago (Illinois) con Los Ángeles (California) recorriendo aproximadamente 3940 km, casi nada.

La Wikipedia amiga pone esta imagen en formato libre, que maja es ella.

Posteriormente, con el plan que dio lugar a la actual Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos, la carretera cayó en desuso. Actualmente se conserva, más o menos, un 80% de la misma con diversas funciones: Como caminos particulares, bajo el nombre de otras carreteras o, como es el caso del tramo que fuimos a ver inicialmente, como zonas de paseo y exhibición de lo que en un día fue la Calle Principal de América.

Al principio la cosa no pintó muy bien, para vergüenza y humillación de los GPSs nos perdimos como unos hijos de p*** en el día del padre y acabamos en mitad de la nada, rodeados de plantaciones de Tomacco:

¿Dónde está Wally? Nunca fue tan fácil.

Tras muchas vueltas nos detuvimos en el primer lugar con techo que encontramos (estaba diluviando) para comer; con la suerte (para un servidor) de que terminamos pastando al ladito de la confluencia entre el río Mississipi y el río Missouri, lo que permitió, por un lado, hacer lo de los dinosaurios y, por el otro, que el chache agarrara la cámara y el trípode:

El Mississipi y el Missouri, confluyendo.

El chache, usando su trípode (...)

Después de una fructífera caza que acabó casi sin heridos cogimos de nuevo el coche y fuimos a ver la atracción turística del día. El Old Chain of Rocks Bridge (Antiguo Puente de la Cadena de Rocas), que, con más de un kilómetro y medio de longitud, es el puente peatonal más largo del mundo. Este puente fue construido inicialmente para mejorar la U.S. 66 en su paso de Illinois a Missouri en 1929, pero sus escasos 7 metros de ancho hicieron que se abandonase cuando se planeó la red de Interestatales. Ahora tiene el divertido aliciente de poder cruzar la frontera a pie.

Dato curioso: Al puente sólo se puede acceder desde el lado de Illinois porque el aparcamiento del lado de Missouri está cerrado. ¿Por qué? Porque coche que se aparca en el lado de Missouri, coche que acaba siendo vandalizado, robado e incluso llenado de panfletos a favor de la esgae... Así las gastan a este lado de la frontera:

Bonito puente, sí.... Pero ojo a la camiseta del caballero.

El Mississipi es algo así como tres veces el Ebro en una crecida.

En mitad del puente había un coche de bomberos para hacerse foticos. Pena que desenfocara a los críos.

La frontera del lado de Missouri... volada a piedras.

La frontera del lado de Illinois, también volada a pedradas, pero menos.

Para terminar con el paseo volvimos a coger el coche (bajo otra intensa tormenta) y nos fuimos a Ted Drewes, local famoso por su Frozen Custard.

¿Que qué rayos es un frozen custard? Estamos hoy preguntones, eh! Pues la verdad es que la pregunta se las trae.

Un frozen custard, según se me dice, es como un helado pero sin serlo. Es un helado pero con algunos ingredientes cambiados, como por ejemplo con huevo, o con más huevo. A mi me recuerda lejanamente (o no tan lejanamente) al yogurlado de los Simpson:

Bajo la lluvia, pero el heladico no nos lo quitaba nadie.

El mío era de menta, chocolate y nueces de macadamia.

En fin, eso es todo, nos vamos acercando a la recta final de mi aventura americana, los dos próximos posts tratarán de mi última semana en tierras de Tom Sawyer. Agárrense los machos.

Un saludete.

1 comentario:

Luis Olmedo dijo...

¡nuces de Macadamia!
¡NUECES DE MACADAMIA!
¡no puedo resistirme:

http://www.youtube.com/watch?v=bjOePNFRFRU&feature=related